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Seis restaurantes gallegos clásicos que nunca fallan

Quizás no sean los que ocupen el primer plano mediático, pero estos restaurantes atesoran años de experiencia, un producto incuestionable y generaciones de clientes satisfechos, lo que los convierte en direcciones que no hay que perder de vista.


Restaurante Mauro

Vas a venir a Galicia, así que has escuchado cien veces aquello de qué bien se come por aquí, la calidad del producto y demás. Tienes ya localizados los sitios de moda, esos locales de los que se ha hablado en los últimos meses y que están atentos a las tendencias.

Has revisado también las guías gastronómicas y tienes claro cuáles son los imprescindibles, los cocineros que marcan una época, los grandes nombres que tal vez reserves para una celebración especial o para el día en el que te quieras dar un homenaje porque sí, porque te apetece, porque estás de viaje y todos nos merecemos una alegría de vez en cuando.


Probablemente te falten, sin embargo, los clásicos, esos lugares confortables, con un producto incuestionable y un recetario atemporal, sometido a veces a cierta puesta al día, que te dice en dónde estás desde el primer bocado y te explican sin palabras por qué la cocina gallega tiene la fama que tiene; esos restaurantes que están al margen de las modas porque hace años que están ahí, sin fallar, con una regularidad pasmosa, fieles a su estilo.


Son sitios a los que, pendientes como estamos de las modas, de las novedades, de los reconocimientos y de ser los primeros en ir a ese lugar del que todo el mundo hablará en unos meses no solemos prestar la atención que merecen. Lugares para disfrutar, sin más, sin la presión de los focos mediáticos, sin la fugacidad de las tendencias.

Restaurantes sin los que un mapa gastronómico de Galicia no estaría completo. Son muchos, afortunadamente, repartidos por todo el territorio, pero estos son seis que no pueden faltar:


Los clásicos nunca fallan Restaurante Mauro

MAURO (Cobres, Pontevedra)


Desde antes de atravesar la puerta, la ubicación te deja claro de qué va la cosa en este restaurante que en apenas siete años se ha convertido en un imprescindible del sur de Galicia. Asomado al puerto deportivo de San Adrián de Cobres, a poco más de 10 minutos del centro de la ciudad de Vigo, Mauro tiene su punto fuerte en pescados y mariscos.


Lubinas, lenguados y rodaballos están siempre en carta, al igual que mejillones, almejas o berberechos. A partir de ahí, la lonja manda, de tal modo que la carta va cambiando al ritmo de lo mejor que va llegando a puerto: cigalas, camarones, percebes, centollas


Del producto puro y duro, sin concesiones, a entrantes como la tosta de sardina ahumada sobre pan de maíz, arroces y fideos marineros, croquetas de camarones y guisos clásicos marinos. Una declinación completa de la despensa de la ría.



**LA PENELA (A Coruña) **


La Penela es un negocio familiar con más de tres décadas de historiaque ha visto aperturas en Madrid, Barcelona y Bogotá. El origen de todo esto, sin embargo, está en la coruñesa plaza de María Pita.


Al margen del paso de los años y de las modas, La Penela sigue siendo uno de los favoritos entre los clásicos gallegos. Y lo es gracias a imprescindibles como su tortilla, ya casi mítica, su célebre ternera asada y, por supuesto, el despliegue de cocina marinera. No en vano el restaurante está a poco más de 50 metros del puerto.


Salpicón de rape, mero a la gallega, almejas a la marinera y un largo etcétera ofrecen un recorrido por la versión más canónica del recetario marino coruñés. Una de esas direcciones que hay que tener presentes para conocer la cocina gallega atemporal.



**CASA AURELIO (Santa Comba, A Coruña) **


Este restaurante es menos popular de lo que merece seguramente debido a que se encuentra en Santa Comba, una localidad que no es turística en absoluto y, dentro de ella, en una calle un tanto alejada del centro.


Aún así, algo tiene su cocina cuando consigue que lleguen hasta allí clientes de toda Galicia. La explicación está, sobre todo, en sus especialidades de temporada: las perdices con verdura son, probablemente, su plato más conocido, pero también el jabalí estofado con fabas de Lourenzá o la lamprea.


Entre los platos que están de manera permanente en carta vale la pena decidirse por sus carnes gallegas a la brasa o, por qué no, por su arroz de vieiras, especialidades que justifican por sí solas el desvío.


Casa Aurelio, en Santa Comba

CASA ROSITA (Cambados, Pontevedra)


Casa Rosita lleva años siendo uno de esos nombres que la gente de la zona te recomienda si quieres tomar buen pescado y marisco en elaboraciones tradicionales y lejos de los excesos turísticos.


Ubicado en un pequeño hotel de gestión familiar en O Riveiro, a las afueras de Cambados, Casa Rosita lleva décadas fiel a sus puntos fuertes, procedentes en su mayoría de la vecina Ría de Arousa: camarones, nécoras, centollas, las célebres vieiras de cambados (que ofrecen a la gallega o con jamón ibérico), lubinas y rodaballos. No hace falta mucho más para ser feliz.



SABINO (Sanxenxo, Pontevedra)


Un clásico de uno de los epicentros del veraneo en las rías, Sabino lleva años haciéndose un nombre, con discreción, entre los habituales de la zona.


El secreto está en una acertada propuesta que combina la raíz clásica con una actualización del recetario que, sin enmascarar al producto, convierte al restaurante en una buena opción para quien quiera explorar otras opciones de la despensa local.


De esta manera, lo que ofrece el local es un ambiente acogedor a un paso de la playa de Silgar en el que ellos mismos destacan especialidades como las sardinas marinadas, el arroz con bogavante o las cocochas de merluza en salsa verde y a los que nosotros añadimos otros como la ostra rizada –escupiña–, la almeja con escabeche de jalapeño y yuzu, el steak tartar de solomillo de vaca gallega o, ahora en temporada, el bonito con agua de tomate y tomatitos cherry.


Sabino, un clásico de uno de los epicentros del veraneo en las rías

**CAMPOS (Lugo) **


Un imprescindible de la ciudad y del interior de Galicia, el Campos abre sus puertas a la Praza do Campo y a la Rúa Nova, en el centro mismo de la ciudad amurallada de Lugo.


A punto de cumplir 70 años, en este caserón del siglo XVIII el restaurante sigue en plena forma y fiel a sus principios: recetario tradicional, producto de proximidad y atención a la estacionalidad.


Entre los puntos fuertes de su carta están las carnes de ternera gallega Suprema D.O. como el lomo con milhojas de patatas o el solomillo con foie fresco. Del mundo marino destacan especialidades como la crema de nécoras, las fabas con marisco, el arroz de almejas o la merluza de Celeiro en salsa de hongos.


Todo un recorrido por la despensa local en uno de esos espacios con la solera que sólo se consigue con el tiempo.




O Resumo Edición Nº 512 - 15 de Julio de 2022

Fuente: traveler.es 2.08.2021

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