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LIBERIO ANTELO AGRELO

DIRECTOR DE BARRACA DE HIERROS ANTELO


Soy Liberio Antelo, Nací en Carballo un pueblo de La Coruña, el 20 de agosto de 1937, crecí en una España de pos guerra; siendo parte de una familia de 20 hermanos; a los once años comencé a trabajar de herrero con un tío, donde adquirí el oficio; cuando mi padre me pregunto qué era lo que quería hacer le dije: - “menos sastre o peluquero cualquier cosa”.

A los 18 años de edad emigre hacia América en el barco SALTA, llegando a la ciudad de Buenos Aires el 13 de diciembre de 1955 donde me encontré con un hermano que vivía allí y luego el 17 de diciembre de 1955, embarque en el barco Ciudad de Montevideo para llegar a mi destino final el puerto de Montevideo, un paisaje que me gusto desde el primer momento.

Me quede en casa de mi tío; quien me acogió como uno más de su familia. El 7 de enero de 1956 comencé a trabajar como mozo en el bar Galicia (8 de octubre y Cipriano Miro) y luego en El Faro (General Flores y Garibaldi) tarea que desempeñe durante tres años, mientras ahorraba para al cabo de este tiempo comprar con un socio mi propio bar “El Natalio” (8 de octubre y José Bellini). Esta actividad duro no más de ocho años, dado que el trabajo de mozo y más tarde en el bar no me convencía, me gustaba salir a la calle en busca del negocio y no que el negocio viniera a mí.

Así de a poco iba descubriendo mi pasión por lo “hierros” y comencé recorriendo talleres mecánicos, estaciones de servicios en busca de chatarra comprando y vendiendo, trabajo al que le dedicaba la mayor parte del tiempo. No había horarios incluso los domingos haciendo ferias con los materiales que conseguía en la semana (pintaba las cajas de las baterías y luego las vendía en la feria como macetas) y buscando aprender todo lo relacionado al negocio, que fue cambiando en el correr de los años.

En aquellos años conocí a María del Carmen Pereiro, casándonos en el año 1970 y con quien formamos una gran familia con 4 hijos Gustavo, María Inés, Alejandro y Andrea a los que más adelante se incorporaron yernos y nueras y 8 hermosos nietos. Con mucho esfuerzo pusimos el negocio de los hierros a funcionar; una empresa familiar el depósito de hierros Antelo que me permitió conocer mucha gente e incluso me dio muchos amigos.

En el año 1972 pudimos adquirir nuestro propio local e instalarnos. Comenzamos con un viejo galpón con una pequeña oficina, en ese momento el fuerte de la empresa era la compra y venta de materiales en desuso (chatarra, al tiempo comenzamos a incursionar con los hierros nuevos y más adelante con una ferretería en la que hubiera todo para el herrero, yo quería que en mi negocio el herrero consiguiera todo para su actividad. Siendo unos de los pioneros en esta modalidad, al igual que la venta minorista. De a poco nuestros hijos se iban incorporando a la empresa, pudimos ir actualizando las instalaciones y aumentando nuestra clientela la que siempre fue mi objetivo; tratando al cliente con gran respeto. 

En el año 2010 adquirimos un nuevo local en la misma zona, donde actualmente instalamos la barraca, en la cual seguimos con el comercio de lo nuevo y lo usado, y a donde mucha gente concurre a buscar cosas raras, por lo que mucha gente dice:  - “si no lo conseguís en lo de Antelo; no hay”.

Nuestro objetivo es que nuestra empresa continúe adaptándose a las nuevas reglas de los mercados y atendiendo y velando por la satisfacción de nuestros clientes. Además de la empresa siempre estuve muy ligado con la comunidad española en Uruguay, desde joven con el Club Alma Gallega, donde fui directivo, actual directivo de AEGU y socio desde hace muchos años, Club Español y El Hogar Español de ancianos en el cual me desarrolle como Presidente desde el año 2005 al 2007.

Hoy a mis casi 80 años puedo decir:  Que para tener éxito en mi vida siempre me mantuve fiel a 3 principios: HUMILDAD, PERSEVERANCIA Y HONESTIDAD  Que hoy me siento satisfecho por mis decisiones acertadas en la vida empresarial y personal. Y que la institución más importante es la familia.

Anécdota:  En el año 1976, teníamos en la empresa 4 vehículos bastante estropeadas con los que trabajábamos en la compra, venta y traslado de chatarras, los cuales vendí para poder comprar un camión 0 km y le hice adaptar volcadora para desarrollar esa misma actividad, mis colegas me trataban de loco por comprar un camión 0 km para el mercado de la chatarra. Este camión fue camión de la empresa, auto familiar, traslado de los chiquilines del baby futbol, camión de mudanza para los amigos y mucho más. Hoy día después de 41 años este vehículo sigue siendo parte de la empresa.



O Resumo Edición Nº 291 - 28 de Julio de 2017

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